El concurso se lanzó en enero de 2009 en 19 países de Europa. Se registraron 4.219 inscripciones con 2.429 equipos menores de 40 años. Los candidatos trabajaron en sitios muy variados, pero dentro de temáticas comunes como la reconversión urbana, el desarrollo sostenible, la apropiación de la ciudad por parte de los ciudadanos y la valorización de los recursos naturales. Antes del lanzamiento, tuvo lugar un debate europeo para comparar los sitios, clasificarlos en familias temáticas y enriquecer sus problemáticas, durante el Foro de los Sitios en noviembre de 2008 en París.
123 equipos, con 414 miembros, fueron premiados, entre ellos 17 equipos franceses. Los equipos premiados están compuestos por 308 arquitectos, 19 arquitectos-urbanistas, 4 urbanistas, 18 arquitectos paisajistas, 2 paisajistas, 1 especialista ambiental, 8 arquitectos-ingenieros, 6 ingenieros, 3 diseñadores gráficos, 2 historiadores, 1 artista, 1 economista, 1 realizador y 53 estudiantes de arquitectura. Cada país decide cuándo entregar los premios, pero una ceremonia europea tendrá lugar los días 28 y 29 de mayo de 2010 en Neuchâtel.
Alès
El proyecto ganador es ZIG-ZAG, de Augustin Cornet y Chloé Duflos (MUZ Architecture).
Transporte y densidad: Frente a sus nuevas dimensiones territoriales y metropolitanas, las ciudades están llamadas a reconsiderar la relación entre transporte y densidad. En este sentido, los terrenos ferroviarios de la estación de clasificación de Alès —a la vez espacio de movilidad y reserva de suelo— poseen un fuerte potencial de desarrollo urbano

Una nueva mirada sobre la infraestructura: El proyecto propone una nueva lectura de la infraestructura ferroviaria que rodea Alès, creando un espacio público a escala urbana que reconoce el potencial de esta reserva de suelo y asume plenamente la presencia de las vías.
Un parque unificador en el centro urbano: Este nuevo espacio adopta la forma de un gran parque urbano en zigzag que crea una entidad urbana unificadora aprovechando la topografía del sitio. Al plegarse y elevarse, el suelo del jardín permite conectar suavemente las diferentes partes de la ciudad al cruzar las vías sin negarlas. También pone en escena las vistas lejanas del macizo de las Cévennes, en diálogo con el paisaje ferroviario.

Complejidad programática: La topografía artificial alberga numerosos programas que animarán el nuevo centro alrededor del polo de intercambio multimodal: una oferta de estacionamiento a escala urbana, equipamientos que conectan el parque con los barrios adyacentes (gimnasio, comercios, hotel, Casa del Desarrollo Sostenible), así como nuevas viviendas atractivas en el borde del parque.
Una estructura urbana sostenible: El parque conecta además una cadena de espacios verdes existentes, creando una estructura paisajística destinada a convertirse en catalizador del desarrollo de Alès a lo largo de sus vías férreas, presentando esta periferia no como una ruptura, sino como una nueva centralidad lineal.
Dunkerque
El proyecto ganador es ACTE 1: ENTREZ EN SCÈNE (ACTO 1: SALGAN A ESCENA), compuesto por Vincent Barué, Etienne Bourdais y Nicolas Boutet.
En la convergencia de territorios y en medio de los grandes programas de reestructuración de Dunkerque, el Môle 1 se sitúa en la intersección de varios paisajes urbanos. El proyecto “Acte 1 : Entrez en scène” propone, en primer lugar, desconectar el môle de su territorio inmediato para darle la identidad de una isla, reforzando la presencia del agua y su pertenencia a Dunkerque, ciudad portuaria desarrollada a lo largo del mar.

Los elementos identitarios del Môle 1 —fábricas, bodegas, naves— se rehabilitan y se liberan de algunos edificios menos significativos. Instalaciones ligeras (“plugs”) se añaden siguiendo la lógica de este patrimonio industrial. Frente a una sucesión de paisajes y horizontes en movimiento, el proyecto sitúa el môle al frente de una nueva escena urbana e industrial, dinámica e interactiva, irradiando sobre un amplio territorio.

Visible desde el centro urbano, esta escena se anima gracias a numerosos elementos comunicativos y lúdicos, dando vida al lugar tanto de día como de noche. Los habitantes de Dunkerque salen entonces a escena en el corazón del môle y aprovechan la diversidad de actividades para convertirse en sus principales protagonistas.
Isle-d’Abeau
El proyecto ganador es UN SCÉNARIO D’ÉTABLISSEMENT HUMAIN (ESCENARIO PARA UN ASENTAMIENTO HUMANO), dirigido por Samuel Martin y Christophe Duburcq.

La creación de un barrio mixto alrededor de la estación de Isle-d’Abeau remite a una cuestión más amplia sobre la realidad urbana de un territorio en busca de identidad: ayer “Ciudad Nueva” urbanizada a marchas forzadas, hoy espacio periurbano fragmentado, sometido a las lógicas de metropolización y expansión de la vivienda. En este contexto, el principal desafío debe ser iniciar un modo de desarrollo distinto, capaz de influir en las tendencias actuales en movilidad, identidad territorial y prácticas cotidianas.

Nuestra hipótesis fundamental es que es posible superar el antagonismo entre contexto metropolitano y proyecto local, priorizando la búsqueda de soluciones contextuales a los desafíos globales del desarrollo sostenible. Nuestra propuesta parte, por tanto, de valores territoriales existentes para recrear localmente las condiciones de una experimentación concreta de la ciudad sostenible.
Este enfoque abiertamente prospectivo se despliega en tres ejes estratégicos destinados a asegurar la continuidad espacial y temporal del proyecto:
– restauración geográfica de un territorio agrícola de mesetas, laderas y valles modelados por el agua;
– organización de los espacios públicos para favorecer la movilidad de proximidad y refundar la escala de barrio;
– implementación de un proyecto cooperativo capaz de relocalizar los intercambios sociales, culturales y económicos de los futuros habitantes.

Triel sur Seine
Las ganadoras son Valérie Helman y Magali Euverte, con el proyecto FIELD WORK, con la colaboración de Isabelle Kite, Séverine Lucas, Delphine Rudaux y Viviana Comito.
Un paseo por el meandro del Sena revela de inmediato las potencialidades y dificultades del sitio de Triel. Por un lado, la proximidad omnipresente del río, la tradición local del cultivo hortícola, la presencia de campos que dejan leer la geografía —laderas, meandros, horizonte—; por otro, el aislamiento, la posición trasera de los municipios, la contaminación visual y la pobreza de usos generada por las zonas monofuncionales.

El proyecto responde a las problemáticas de Europan y se nutre de estas potencialidades. Busca un modo de urbanización que no perjudique las continuidades paisajísticas y explora las condiciones de atractivo de un hábitat de la gran periferia. El proyecto se articula en torno a cuatro figuras:
El corazón del meandro
Crear una centralidad que vaya más allá del sitio, delimitarla, conectarla con el entorno lejano, dotarla de un tejido singular y permitir el acceso al Sena mediante una red de caminos.

Un damero agrícola y urbano
Este tejido preserva las continuidades paisajísticas y ecológicas, multiplica las vistas lejanas, limita los espacios públicos costosos para los municipios, refuerza la agricultura local y absorbe los imprevistos de las fases de desarrollo.
Las Bastidas
Construcciones continuas y compactas se encadenan en patios sucesivos y definen un límite claro entre lo construido y la naturaleza. La escala parcelaria (aprox. 60 familias) permite encontrar espacios colectivos y usos compartidos, así como una mezcla funcional gracias a las actividades (incluidas granjas) implantadas según la situación.

Viviendas entre patio y jardín
Todas las viviendas disponen de un espacio exterior a cielo abierto. Los tipos, basados en la tipología de la casa, varían según su orientación y posición en la parcela y se construyen en madera y tapial.
